La influencia mexicana en la historia del cine

En meses pasados, la Redacción Párpado publicó una curaduría de películas y libros que recomendaron alrededor de 70 cinéfilos y lectores que consultamos. Se han ya comentado y analizado diversos puntos interesantes de estas listas (todo ha quedado publicado en este Blog).

Nos pareció importante destacar la presencia de México dentro de lo mejor del cine internacional. Aparecen entre los diez más recomendados, Roberto Gavaldón y Guillermo del Toro, además de Luis Buñuel, cineasta español del surrealismo, el drama y el absurdo que se arraigó en México y donde realizó nueve películas, entre ellas “Los olvidados” (1959).

Por su parte, Roberto Gavaldón, figura central de la Época de Oro, apodado “el ogro” por su exigencia en los rodajes, destaca por un sentido visual refinado y tramas marcadas por el destino y la tragedia. Películas como La otra (1946), En la palma de tu mano (1951) o Macario (1960) consolidaron su prestigio. Esta última, basada en la novela de B. Traven, fue la primera cinta mexicana nominada al Óscar como mejor película extranjera. En Macario, Gavaldón combina lo sobrenatural con lo social, anticipando lecturas metafóricas que luego serían claves en otros cineastas.

Guillermo Del Toro, nacido en Guadalajara, ha llevado su imaginario a la esfera global. Con obras como El espinazo del diablo (2001), El laberinto del fauno (2006) y La forma del agua (2017) —ganadora del Óscar a mejor película y mejor director—, ha explorado el horror, la ternura y la memoria histórica a través de criaturas fantásticas y metáforas visuales cargadas de poesía oscura.

Sus obras mezclan la tradición gótica europea con el catolicismo latinoamericano y una vasta cultura cosmopolita en todos los órdenes, especialmente en relación a las artes plásticas. Del Toro cuestiona, a menudo, los relatos unilaterales del poder, a quienes antepone personajes humanos, vulnerables, contradictorios y que ejercen la disidencia desde la imperfección, la autenticidad y muchas veces una obsesión personal que conlleva la fatalidad.

Tanto en Gavaldón, Buñuel y Del Toro existe una búsqueda por retratar la condición humana a través de imágenes poderosas y relatos que echan mano de lo simbólico como quien echa mano de las mitologías antiguas y renovadas que corren todo el tiempo en las venas humanas, sin importar el país en que graban sus películas o del que preceden (aunque estos, desde luego, les marque para siempre e influya en sus obras). Por ello su cine, como el de otros cineastas como Coppola, Hitchcock, Campion, Fellini, Welles o Nolan, trascienden las fronteras y el tiempo.

Redacción Párpado